Una fiesta Hello Kitty refinada y dulce que complace hasta los gustos más exquisitos. Y es que pocos han sido los personajes que han unido a más generaciones como lo ha hecho esta gatita del lazo más coqueto del mundo mundial. Seguro que disfrutaron con ella grandes y pequeños, no sólo por la gatita, sino por el cuidado y esmero que respira la mesa dulce.
Vayamos por partes: la silueta de Hello Kitty presidia la mesa con un fondo rosa que claro, le quedaba mejor que bien. Pero en seguida los ojos se nos van a todos los detallitos rosas y blancos de alrededor. Empezando por la tarta sencilla y dulce, para no quitar protagonismo al fondo. Está adornada con tres pompones ligeros que combinan perfectamente con la guirnalda blanca que enmarca el ambiente. El lazo de la gatita, como su sello indiscutible que es, lucía en los botes de cristal y recipientes para chuches.
En general, todo el conjunto es un ejemplo de que con un elemento tan simple como es el color podemos unificar y tematizar un ambiente en un abrir y cerrar de ojos. El menaje blanco es un clásico y un comodín que ha ayudado a los padres en apuros en más de una ocasión. Se le puede sacar mucho partido. Si además lo llenas con galletas en forma de flor rellenas de chocolate, cupcakes de limón adornados con una pajita bicolor, conos de crema y golosinas en forma de merengue, os hacéis una idea del resultado. En esta caso, salta a la vista está.
Por mi parte, nunca me canso del rosa! No sé si será cursi o simplemente dulce. En caulqueir caso, si a tus hijas les gusta el rosa, esta es sin duda tu fiesta. Seguro que le encanta, y si no, ya le gustará!
Vía Nice Party