Qué ganas tenía de preparar una fiesta con temática del Circo: en realidad puede parecer un tema ya manido, pero con un par de toques se le puede dar un aire más que personal.
Como suele ser habitual, nuestra fiesta de Circo tuvo su centro en la Candy Bar que preparamos para que los pequeños invitados pudiesen disfrutar de las golosinas, galletas y demás chuches con las que decoramos la mesa.
A pesar de ser una mesa colorida, hice prevalecer los tres colores básicos del circo: el rojo, azul y amarillo, que encuadraban la mesa en una carpa improvisada hecha con tiras de papel pinocho.
Bajo nuestra carpa, una mesa a dos alturas en la que colocamos varias telas estampadas superpuestas, dando un toque de movimiento un tanto desordenado al conjunto: mezclamos estrellas, con rayas y colores lisos de forma totalmente espontánea y éste fue el resultado.
En el centro de la mesa colocamos un pedestal con la tarta de galleta, decorada y tematizada para la ocasión, con imprimibles circenses y con unas velas tuneadas con las letras de la palabra Circus, que, por casualidades de la vida, tenía las mismas 6 letras que años cumplía Gonzalo.
A lo largo de la mesa de este cumple de Circo intentamos representar a los muchos personajes que nos podemos encontrar en los circos: magos, payasos, equilibristas, trapecistas, domadores y animales, muchos animales…
De hecho el “tuneo” que hicimos de los animales fue una de las cosas más entretenidas de los preparativos: armados con mucha goma eva, plumas y abalorios, los vestimos de gala para sus actuaciones de circo.
Destacaban mucho nuestros payasos, hechos a partir de botes de cristal con tapa y botellas de refresco…. Una forma facilísima de conseguir un toque divertido en la mesa, a la altura de nuestros invitados de 6 años!
Decoramos muchos recipientes con las etiquetas de nuestro imprimible, y los rellenamos de un montón de chuches multicolores. También pusimos caramelos de toda la vida y galletas caseras, decoradas con Lacasitos: un éxito asegurado 🙂
Nuestra Srta. Ravioli actuó en diferentes carpas, primero como equilibrista y luego como trapecista, logrando el reconocimiento y ovación de todos los asistentes.
A pie de mesa, un banco en el cual colocamos el resto de los adornos: no faltó el clásico tren del circo el cual iba completo con la compañía de los perritos malabaristas.
Como adornos complementarios, un pedestal para elefantes y unas falsas pesas de Sr. Forzudo que fueron la mayor atracción de los invitados, al ser el objeto más preciado para hacerse una foto de Photocall…
Muchos detalles en una sola mesa dulce y una tarde inolvidable de cumpleaños para mi hijo y sus invitados. Vale la pena el esfuerzo, os lo aseguro 🙂
Espero que os sirva de inspiración y os haya gustado, Besos!
+info: Celebra con Ana