La verdad es que tienen mucha gracia estos pequeños monstruos de nubes de azúcar…
Los niños son seres muy detallistas. Sólo que a veces no apreciamos sus regalos en todo su valor: un dibujo, una flor, una figura de plastilina, una piedra… Y tú puedes enseñarles la importancia de los pequeños detalles para demostrar afecto… ¡Mira qué coquetos pinchos de chuches para San Valentín! Puedes regalarles uno y luego hacerlo como divertida actividad de cocina con niños.
La verdad es que son una monada, y muy fáciles de hacer, así es que no hay excusa para salir corriendo a por unos palitos de brocheta y unas nubes de azúcar o marshmallows y otras pocas golosinas en forma de corazón. Regálales una y luego pídeles que te ayuden con las que sobren a realizar más para el resto de miembros de la familia. ¡Les encantarán!
Una única advertencia: los ojos van pintados con rotulador comestible. Si no tienes uno a mano, ingéniatelas con una pizca de chuche tipo regaliz.
Vía: Sew Can Do