Hoy os traemos una fiesta infantil para aplaudir una y otra vez. Sin duda, un clásico de los puestos de juguete. Seguro que ya habías pensado en hacer algo así pero nunca te atreviste a ponerlo en práctica. Ahora ya tienes la inspiración, y sin duda te habrá dejado con la boca abierta.
Pues sí, porque el fondo de la mesa de dulces es un trampantojo de la típica fachada de “la tienda de la esquina”, de esas tradicionales que no estaría mal recuperar, aunque sólo fuera por su cuidada estética exterior. Este fondo está en perspectiva, un guiño para esquivar paredes planas que hace su efecto. Me encanta las líneas sencillas pero de representación realista, y el hecho de que la fachada sea verde le da un plus, no la hace demasiado pomposa y en cambio le aporta un aire fresco, como a barrio limpio, no?
Bueno, el caso es que en esta tienda han pensado mucho y muy bien en las necesidades del cliente. Las cestitas de la compra apiladas y con sus verduras frescas, las etiquetas de los productos, el orden…Vamos, como lo encontraríamos en los establecimientos habituales. Por supuesto, están abiertos! Tampoco falta el cartel correspondiente, junto a jarrones de flores frescas y limonadas acompañadas de limones enteros, para darle el toque bio. También han ido dejando caer por allí y por allá atrezzo real, como huevos frescos o algún tomate rojo que aporta el contrapunto de color. Muy realista y natural. El etiquetado a imagen de las pizarras negras con escritura a mano también contribuyen a darle ese toque de tienda clásica. Vamos, que parece que de un momento va a aparecer por la esquina el tendero, gorro en cabeza y sonrisa en cara. Por cierto, que la tipografía se ha cuidado y respeta el conjunto entero. Ya se sabe que la perfección está en los detalles y esto no lo han querido descuidar.
Pero lo que más me gusta el aspecto industrial de los productos, las latas y los tarros que tan a mano vienen. La variedad de los productos, alineados, invitan a cogerlos y desordenar los estantes. Hay un rincón donde se puede ver un delantal colgado con el cartel de “acceso sólo para el personal”. Una foto enmarcada del pequeño homenajeado, de solo un añito de edad, también estaba presenten junto a la mesa.
Se ve todo tan apetecible!
Los tarros de mermelada casera, las chocolatinas, el packaging o empaquetado de los dulces. Mmm. Y la tarta de chocolate, con un cartelito con el número de velas que había de soplar el cumpleañero y lo más valioso, un mensaje de los papis muy metafórico, que venía a decir que, como la tienda de la esquina que siempre tiene a mano lo que te hace falta en el momento preciso, ellos iban a estar junto al pequeño en todo momento. Sin duda, lo más importante! En esta fiesta, además de cuidar la fiesta, cuidan a la familia. Y por eso y no otra cosa teníamos que incluirla.
Vía Amy Atlas, Kendra Plastow
