Foto: Homely Things
Todos los detalles de la Primera Comunión tienen que estar bien cubiertos para que la fiesta salga perfecta. ¿Quieres un consejo para no olvidarte de nada? Pues haz listas. Las listas son estupendas porque te permiten mantener todo en orden; puedes ir tachando lo que ya tienes y subrayar los elementos más importantes. El primero de todos: ¡la invitación de Primera Comunión! Puedes incluir una tarjeta con un foto del peque por un lado y la dirección y fecha del evento por otro. Lo único que necesitas es personalizar el sobre. ¿Una idea fantástica? Utilizar sellos de caucho.
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Después de la invitación, tenemos los regalos para los invitados, ¡los recordatorios de Primera Comunión! Podemos hacer de dos clases: uno más instantáneo, más «carpe diem» para los peques y otro más serio y que dure toda la vida. El recordatorio inmediato puede ser una bolsa de chuches envuelta en un cono personalizado, ¡un cucurucho de papel con la comunión como motivo! Es una idea genial, además de que el resultado es puro amor. Luego puedes poner todos los cucuruchos en una caja de madera decorada por ti con el sello de las invitaciones y lo tienes solucionado.
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Con el cucurucho también puedes hacer otras cosas, pero es ideal para servir aperitivos y compartirlos. Puedes poner bolitas blancas de chocolate, nubes o hacer un surtido de las chucherías más bonitas y con él decorar la mesa dulce que no puede faltar en tu Primera Comunión.
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Como recordatorio sencillo tenemos unos marcapáginas muy chulos con una caricatura del peque de la Comunión en un fondo pastel. El diseño puede variar porque en realidad puedes comprar un pack pequeñito para encargarte de hacer estos detalles de decoración. A poco que manejes el Photoshop, te cunde mucho una ayuda como esta.
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