Desde el momento en que nacen, los bebés están constantemente asimilando el mundo que los rodea.

El desarrollo de un bebé en su primer año es dinámico e interesante, con gran cantidad de cambios. Esto se debe a que sus células cerebrales se multiplican a un ritmo intenso, mientras que las conexiones (o sinapsis) entre las células y las diferentes partes del cerebro también aumentan. Estos conectores, que son clave para el aprendizaje y el pensamiento, comienzan a formar una red desde el primer día de la vida del bebé y son el resultado de la estimulación del sonido, la vista, el tacto, el gusto y el olfato. Junto con la motricidad, un estímulo es fundamental para el desarrollo del cerebro del bebé.

Proporcionar el entorno adecuado para el desarrollo de su cerebro, con complementos y accesorios como las alfombras de gateo para bebés de Tombarella, determinará como crecerá el bebé. Esto es especialmente importante en el primer y segundo año de vida, cuando el niño se expone por primera vez al mundo que lo rodea.

Mejores juegos sensoriales para bebés y niños

En cada etapa de desarrollo durante el primer año de vida, el bebé adquiere diferentes habilidades y destrezas. Por esta razón, cualquier actividad que estimule cualquiera de los cinco sentidos a través del juego serán muy beneficiosas para su crecimiento. Estas están dirigidas a estimular el tacto, el olfato, el gusto, la vista o el oído del bebé y se pueden introducir desde el nacimiento.

Lo importante es que los bebés comiencen a explorar y descubrir a través de sus cinco sentidos, por eso, jugar con él en el entorno adecuado y con los complementos ideales, ayudará a que disfruten de todo lo que hacen desde que nacen.

En este sentido, una alfombra enrollable para gateo, como las de la marca Tombarella, se convierte en un accesorio esencial para que cualquier niño empiece a desarrollar sus sentidos con juegos sensoriales. La adaptabilidad de este producto y su gran tamaño, permite ser utilizado para diferentes actividades, especialmente porque se puede enrollar y trasladar de forma fácil según las necesidades de cada madre y niño y porque no cuenta con elementos incorporados que limitan su uso únicamente a la etapa de bebes.

Este complemento para bebé se puede encontrar en distintas colecciones inspiradas en la naturaleza que abarcan una amplio abanico de fundas con estampados originales.

Juegos boca abajo

Los juegos boca abajo son actividades que estimulan múltiples sentidos y ayuda a desarrollar la motricidad fina, especialmente cuando se utiliza una alfombra de juego para bebés que se adapte a las necesidades de cada etapa y ofrezca diferentes posibilidades de uso. Las de Tombarella destacan por su durabilidad, ya que se pueden usar desde que el bebe comienza a tomar interés por el mundo que le rodea (más o menos a partir de los tres meses) hasta que crecen y se convierten en niños.

Además, están fabricadas con algodón 100% orgánico certificado adecuado para la piel sensible de bebes y niños. Por otro lado, también incluyen una loneta un poco más resistente para la parte inferior. Otra de las ventajas de estas alfombras para bebés y niños es que se pueden desenfundar de manera sencilla, ya que incluye una cremallera para que la limpieza sea más eficaz. Y se pueden intercambiar las fundas ya que se comercializan también por separado.

Estar boca abajo les permite a los bebés concentrarse en su entorno de manera más efectiva, ayudándolos a mejorar su visión y el enfoque. Mientras exploran a través del tacto, los bebés se vuelven más conscientes de las texturas y superficies, especialmente cuando tienen en sus manos peluches u otros juguetes que les estimule. Durante esta actividad, también pueden girar la cabeza hacia los sonidos, lo que les permite establecer conexiones entre los elementos y las personas que ven y los sonidos que emiten.

Es importante proporcionar a los bebes un espacio amplio y abierto para poder explorar sin problemas. Añadir algunos juguetes e ir variando según sus necesidades pero dejar siempre la superficie libre para ir adaptándose a las necesidades del bebe y no limitarlo en su desarrollo. Es importante huir de las mantas sensoriales que incluyen ya elementos sensoriales ya que de ese modo podemos generar sobreestimulación y pueden interferir en el movimiento libre. Siempre será contar con superficie de juego y juguetes por separado.

Juegos acuáticos

A muchos niños les encanta jugar con agua. Para los bebés más pequeños, se puede llenar una bañerita de plástico con agua o una hinchable con una toalla debajo, e incluir algunas pelotas o juguetes.

Esta actividad no solo es divertida, sino que también es una gran herramienta de aprendizaje. A medida que el pequeño comienza a mantenerse erguido y se vuelve más activo, disfrutará aún más de la experiencia de sentir diferentes texturas y temperaturas. Además, si se aprovecha esta ocasión para bañarlo con champús y geles especiales, también podría experimentar olores y sonidos nuevos para él.

Juegos con comida

Cuando el bebé comienza a comer comida sólida, se presenta una gran oportunidad para experimentar con sus sentidos. Según los expertos, las actividades sensoriales en las que se utilizan frutas y verduras pueden tener más beneficios para los niños que los juegos sin alimentos o en los que solo existe exposición visual.

Dejar que el bebé haga puré la comida y coma con las manos es tremendamente beneficioso para su desarrollo oral, visual y táctil. Para esta actividad, una idea puede ser ponerle delante una bandeja con cucharadas de su puré favorito a un lado y, en el otro extremo, porciones de la comida que menos le guste. De esta manera, podrás asociar estas texturas y sabores a un momento de diversión.