Se avecina una celebración que les encanta a los niños y por ello hay que celebrarla sí o sí. ¿La razón para hacer una Fiesta Infantil Halloween? Pues que es muy divertida y hay mil maneras de sacar tu lado creativo. Además, es la ocasión para salirse de lo habitual y ser un poco más gamberros. No por nada se trata de la noche de los muertos vivientes (aunque dicho así suena más inquietante)…Uuuu, qué miedo!
Para gozo de vuestros ojos podéis inspiraros en este montaje de una tarde de Halloween apta para todos los públicos. Veréis que una fiesta de Halloween está infestada de animales nocturnos de lo más interesante y que no pueden faltar, así que apúntalos en tu lista! Nunca hay suficientes murciélagos ni búhos ni por su puesto arañas (cuanto más venenosas, mejor). Personalmente, encuentro un acierto el recorte en negro de la silueta de los típicos árboles quejumbrosos de los bosques encantados. Es un marco perfecto que encuadra el conjunto sin quitar protagonismo a los dulces…
Apuesto a que los merengues en forma de fantasma fueron un éxito! Y es tan fácil como pintar apenas tres círculos en lo alto del “tupé” del merengue. Los toppers de los cupcakes son también siluetas de arañas, pero creo que ni con esas conseguirían ahuyentar a los asistentes ni a su hambre de azúcar. Buen intento, de todas formas! Pero hace falta más que eso para impedir que los niños no coman tanto dulce…
Por su puesto, mi motivo decorativo preferido será siempre la calabaza. Ahora se lleva pintarlas de colores atrevidos, como el negro o el blanco, inlcluso pintarle unas líneas ornamentales y colocarlas en cualquier rincón. El resto de la ambientación se consigue con unas telas negras raídas, de esas que siempre escondemos de la vista de los invitados, y unas cuantas telarañas, parecidas a esas que limpiamos cuando vienen también las visitas. Así que disfruta, que tener la casa de esa guisa está permitido al menos una vez al año!
Vía Hello Brielle