Las imágenes hablan por sí solas. Esta presentación de la fiesta ambientada en el circo clásico de toda la vida está lleno de vida, colores y aroma circense. Fue ideado por una mamá en apuros. Tenía que celebrar dos cumpleaños en uno, un auténtico come-cocos cuando se trata de satisfacer los gustos de los niños, especialmente porque las edades de los cumpleañeros eran diferentes (al parecer se llevan dos años).
Pues bien, parece que la fiesta circo fue todo un éxito porque gustó a niños de todas las edades. Misión cumplida! Cuando está todo puesto y ordenadito es una gozada, parece que no ha costado nada y sólo ha sido dejar caer los elementos y como por arte de magia todo queda perfecto y listo para disfrutar. Pero no, a juzgar por la decoración, el trabajo con los recortables e impresiones tiene bastante mérito. Toda la alegría del circo podría resumirse en la atrevida mezcla de estampados que recuerdan a las diferentes ramas del mundo circense: los puntitos de colores de los payasos clásicos, las rayas rojas y blancas típicas de las carpas…En fin, a quién no le gustan las carpas! A parte de que embellecen el horizonte de las ciudades y pueblos, en miniatura y en tu mismo salón son lo más…por no hablar de la fauna interior. En las fotos vemos elefantes amaestrados, focas y payasos. Y el maestro de ceremonias, claro.
Una idea que me ha encantado es repartir las invitaciones para la fiesta, pero en forma de tickets o entradas para la función. Pero no es la única, porque me ha parecido muy considerado que hayan incluído cacahuetes en el festín (supongo que están para los invitados, pero como referencia a los grandes elefantes de las funciones de circo es muy apropiado). Esta idea ya la vimos en otro post de una fiesta de circo muy especial, pero es digno de mencionar otra vez. Y para el público asistente, sus cajas individuales de palomitas decoradas al estilo de los típicos puntos de venta. Tampoco han faltado las etiquetas y las pegatinas, cuyo uso ya está más que extendido, y por otro parte, justificado. Porque nada personaliza más una mesa que romper con la monotonía de los usos corrientes que damos a los elementos de comer. Las lecheritas de cristal con refrescos varios están presentes, los toques festivos de la purpurina y unas galletas descomunales en forma de carpa. Debió ser legendario llevarse eso a la boca!
Y bueno, el toque de gracia eran los gorritos en forma de cono listos para ponerse sobre la cabeza y lucir sonrisa. Seguro que con ellos puestos las actividades y juegos eran salían más fácilemente y la imaginación se disparaba. El tema del carnaval y los circos no pasa de moda. Aunque se actualicen y sean más modernos, el espíritu clásico siempre permanecerá latente. La verdad es que es una temática irresistible, empezando por los colores y terminando porque da mucho juego a la hora de animarla con payasos y ilustrados animales amaestrados.
