Las razones para celebrar una fiesta de cumpleaños infantil ambientada en el mundo circense son muchas. Entre las cuales está el hecho de que su iconografía es muy reconocible. Cuando vemos rayas rojas y blancas alternándose en sobre cualquier superficie o motivo ya tenemos ahí un trocito de circo. Es una asociación inmediata de color y patrón. Otras de las razones son que los niños la piden mucho y puede llenarse de animales y domadores. Vamos, que combina diversión y estilo a partes iguales.
Es una fiesta que admite muchos excesos, y por excesos me refiero al echo de que es posible combinar los típicos estampados de rayas, estrellas y puntos sin temor a equivocarse. Y cualquier cosa que recuerde a una carpata de circo de las de toda la vida contribuye a sumergirse un poco más en el ambiente de circos y domadores. Y se pueden incluir en casi cualquier elemento: refrescos, carteles, tartas, cupcakes, servilletas y un largo etcétera.
Las figuras circensen encuentran siempre un buen lugar para mostrar sus habilidades de domadores, payasos, equilibristas, malabaristas y presentadores como toppers sobre la tarta de cumpleaños. Puedes ser fiugrillas de azúcar comestibles o de otro tipo. No te parece que lo alegran un montón?
Las invitaciones clásicas a esta fiesta temática de circo suelen inspirarse en las tradicionales entradas al evento. Sin duda, una buena forma de anticipar la diversión y el buen humor de la fiesta. Con los globos tampoco hay quien se equivoque. Se pueden agrupar en una mezcla multicolor que aportará ese toque aún más festivo -y fiestero- a la fiesta.
Por último, añadir que en una fiesta de circo es casi imprescindible incluir alguna actividad de pintacaras. Payasos, animales, maquillaje de equilibrista. Hay donde elegir! No cuesta mucho y además los niños lucirán muy simpáticos en las fotografías de recuerdo (ejem!..que ya sabemos que hacemos cientos de ellas en acontecimientos especiales).