Por fin una manualidad para hacer con niños que no lleva libro de instrucciones! Pues sí, porque aquí lo importante es lo que sale del coco, de las ideas, de la creatividad. Básico, lo que se dice básico, sólo es el papel. Y sacar alguna foto de las creaciones para inmortalizarlas y que queden inscritas en los anales de la historia de la humanidad (sí, es que las cosas hay que tomárselas a lo grande).
Estas imágenes que os traemos hoy han usado elementos cotidianos, de esos que pupulan solos por las casas cuando nadie los mira, como un dinosaurio de juguete. Pero también hay flores, pimientos y un montón de pequeños objetos a los que se les puede sacar el jugo.
Por ejemplo, podéis pensar cuál es vuestro personaje favorito y buscar elementos que se puedan asemejar en forma y tamaño y a partir de ahí, colocarlo sobre el papel para que haga de cabeza. Como en este personaje de Yoda, de la Guerra de las Galaxias hecho con la sección de una manzana. No olvidéis recortarle los ojos y ponerle las orejas! Y con un rotulador negro, hacer el resto de cuerpo con cuatro líneas bien puestas.
La cosa también funciona a la inversa. Por ejemplo, cogéis el elemento que tengáis más a mano y entre todos podéis decidir a qué se parece más y emplearlo así en la ilustración. Combinando realidad y ficción, la tercera dimensión y el dibujo plano. Por ejemplo, en el blog de Bem Legaus! les ha parecido que estos pimientos rojos diminutos se asemejaban a los gorros de los gnomos, así que han decidido crear siete gnomos que bien podrían ser los siete enanitos. Ya veis que las caras son supergraciosas de dibujar! Cuando tengáis una idea, el resto del trabajo vuela!
Y estas pompitas hechas con cristales esféricos de colores! Cuanta imaginación, desde luego no les falta sentido de la retórica visual.
Lo mismo digo de estos pétalos de flor. Antes de que se echen a perder, decidieron sacarle provecho a esa formas sinuosas y ligeras y convertirlas en parte del juego del bádminton. ¿Se os hubiera ocurrido a vosotros? Desde luego el resultado es muy simpático. Y la pesca en un mar de capullos de flor violeta. Habías oído hablar alguna vez de este deporte ancestral? Probablemente no, porque de nuevo estamos ante una creación original.
Recordad que aquí no hay normas. Todas las ideas son bienvenidas. Y si no os sale a la primera, podéis seguir intentándolo porque cuantas más veces lo entrenéis, mejores y más ideas tendréis entre todos. De eso trata esta manualidad, de la creatividad. Es muy buen ejercicio para fomentar los hábitos intelectuales, aunque vuestros hijos no vayan a ser artistas de mayores. Todos nos beneficiamos de la creatividad. Al principio parece difícil que salgan las ideas. No tienen que ser brillantes, basta con que sean sencillas. Pero os garantizo que este es un buenísimo ejercicio para empezar. Os acordáis de cuando eráis pequeños y jugabais a adivinar a qué se parecían las nubes? Pues esto es parecido. Y aunque parezca sencillo, es igual de beneficioso.
+ Info Kerstin Hiesterman