Esta fiesta infantil está ambientada en el Egipto más divertido, obviamente. Y puede hacer las delicias de niñas de todas las edades! Con Cleopatra no se puede reparar en gastos y el festín ha de celebrarse por todo lo alto. Todos los lujos están sobre la mesa y dignos de un reinado de tal calado.
La fuente utilizada para las letras imita la grafía de los jeroglíficos, un detalle que no se nos pasa por alto. Además, ilustraciones en clave de dibujos animados pueblan la mesa. Los encontramos en los salvamanteles, los toppers y en mil y un detalles más. Está Cleopatra, pero también las clásicas figuras antropomórficas del periodo histórico y el omnipresente ojo de Ra.
Me encanta el aire desértico con esos ricos colores chocolate, oro y dunas al anochecer. Combinan a la perfección con los tonos violetas tan misteriosos y femeninos. Un detalle para apuntarse: el uso del dorado. Monedas de oro y joyas dignas de una reina egipcia. Y marcos con el nombre de la niña del cumpleaños, para que se sepa quién es la verdadera reina! Las servilletas de tela están dobladas en forma de pirámide. En esta mesa no se deja nada al azar.
La verdad es que no hay un detalle que no me guste. Aguzando la vista se ve a Marco Antonio (o es Julio César?) adornando la tarta, pero también hay pequeñas pirámides de papel montadas en tres dimensiones, cakepops finamente decorados, tartas «auxiliares» con frosting aplicado en forma de rosa, pero también las sedas, los centros de girasol, lo cobres y muchas monedas de chocolate. La opulencia personificada, vaya.
Os habéis fijado en la espectacular tarta fondant de cinco pisos? No se ha visto nada igual a este lado del Nilo…Qué princesa del antiguo Egipto no se sentaría a esta mesa?