El universo Disney arrasó de nuevo con una nueva fiesta inspirada en Frozen, ya sabéis, esa peli en la que una princesa hechiza a todo reino hasta convertirlo en un témpano helado. Es una de las películas animadas más taquilleras de la historia, y a las niñas les encanta. Así que aquí vamos a comentaros una mesa congeladísima con que nos hemos topado en Crissy´s Crafts.
Ya sabéis que una fiesta Frozen no es una fiesta Frozen si la paleta de color no casa con la de la película. La sensación térmica disminuye con las distintas gradaciones de color del morado, violeta y azul. Lo cual es genial, porque en invierno resulta una fiesta de temporada muy adecuada y en verano refresca el ambiente sólo con mirar la decoración. Así no te equivocas nunca.
Esta que os mostramos hoy se preparó expresamente para abrir boca hasta que se estrenara la película. Al parecer, la organizadora sólo había podido ver el trailer. Tuvieron que imaginarse el resto de la película y la verdad es que dieron en el clavo con la ambientación y el tono.
El mayor reto creativo de esta fiesta es hacer pasar los dulces por hielo, escarcha, nieve y derivados. Aquí usaron cristales de caramelo teñidos de azul, nubes en forma cúbica, chicles blancos como si fueran bolas de nieve, gelatina y otras triquiñuelas. Espolvorear azúcar glacé de forma controlada sobre algunos elementos (comestibles o no) también parece aceptable. En verdad es una de las partes más divertidas, el juego de apariencias, combinar la realidad con la ficción y hacer cosas que en otras ocasiones no haríamos.
Para el centro la mesa optaron por colocar unas socorridas ramas de madera clara y fina en un jarrón, que sirvieron como soporte para unas improvisadas estalactitas. Sus líneas orgánicas construyen un ambiente sinuoso y rompen un poco con las líneas verticales y horizontales más marcadas. Aunque es el fondo el verdadero foco de atención. Unas láminas de espuma de porexpan o similar sirvieron como base para colocar delante numerosas guirnaldas nacaradas, cuyo brillo de diferentes tonos me encanta, por cierto. Es bastante llamativo y con luz natural queda de maravilla. Además, le aporta volumen al fondo, cuerpo y textura. Casi mejor que una simple impresión. A la hora de situar una mesa dulce en un hogar particular, si no hay manera de disimular la pared o ciertos elementos que es imposible despejar, es una decisión inteligente crear un fondo llamativo y cubriente, pero muy cuidado, como el de las imágenes.
Como no, los copos de nieve no podían faltar en una fiesta Frozen como esta. Yo soy muy friolera pero los copos enormes y blancos son un vicio, además de un clásico de las manualidades. Todos salen diferentes. Aquí los podemos ver como guirnalda, combinados con los clásicos abanicos redondos de diferentes colores. Grandes y nada aburridos.
¿Quieres más ideas? En este enlace te presentamos otra fiesta invernal muy Disney, llena de detalles que harán las delicias de los más pequeños de la casa.
