traje de lancera castellana
El disfraz de lancera castellana es una fantasía de Carnaval totalmente hecha a mano.

Estos niños no me son ajenos. Soy la orgullosa mamá de dos de ellos (a la derecha) y tía de la otra niña (izquierda). Los tres llevan unos espectaculares disfraces de una fantasía de Carnaval bajo el nombre de «lanceros castellanos», y han formado parte de una comparsa de 25 personas entre niños y adultos.

Mi cuñada Josefina es una de las almas de la comparsa, y a menudo quien hace realidad lo que otros sólo ven en su imaginación. Estos trajes los ha cortado ella y los ha cosido Carmen,  mi suegra. Las dos son supermanitas y ponen mucho cariño en lo que hacen.

El casco completo está hecho sobre un gorro de lana elástico al que se han cosido boas de plumas rojas. La silueta que enmarca la cabeza también va fijada al gorro, y es de goma eva pintada en plata con aerosol.

disfraz de lancera castellana y detalles

Varios detalles del disfraz: visto de lado, las mangas y las botas.

Otro detalle fabricado a mano, y más fácil de lo que parece, son las protecciones sobre los hombros. Están hechas con tres hombreras de espuma sencillas forradas y colocadas así para que den la impresión de armadura. Y fijaos en las botas del disfraz: están hechas en dos piezas de la tela con una costura por delante y con velcro por detrás para fijarlas de arriba abajo. Se sujetan al calzado con velcro adhesivo alrededor (la otra tira adhesiva bordea el zapato o bota).

A mi me parece fascinante que se pueda hacer esto a mano. No os diré que lleva poco tiempo porque son muchos meses de buscar e imaginar y otras tantas semanas de plasmarlo en patrones y finalmente coserlo y ultimar todos los detalles. Pero mis hijos no renuncian a ir cada año disfrazados con su prima y lo pasan fenomenal. Y su tía y abuela se sienten encantadas con ello. Otro día os enseñaré varios de los trajes que han lucido otros años por si os sirven de idea.

El traje lo completan objetos comprados: escudos de plástico, lanzas adornadas con boa de plumas, cinturón ancho, guantes de espuma negros… ¡Ah! Y la capa que cae por detrás está hecha sin complicaciones: es un gran pañuelo rectangular en la misma tela del traje forrada de cota de malla (una tela que queda «muy medieval»). Luego se prende a los hombros del traje con unos imperdibles dejándola caer a ambos lados, pero ahuecada en el centro (como si dibujara una M mayúscula).