¡Qué graciosa, por favor…!
Esta niña está encantada con su disfraz de abeja. ¡No hay más que verle la cara de pilla! Por eso ha salido a dar una vuelta al aire libre, y anda tan feliz descalza entre las gallinas.
¿Sabes? Si quieres inculcar a tus hijos el amor y respeto por la naturaleza, los disfraces son una buena forma de hacerlo. Las abejas, pobrecitas, están en peligro de extinción debido probablemente a los pesticidas, y eso que son animales tan inteligentes que resuelven problemas matemáticos superdifíciles para los estudiosos de forma totalmente intuitiva.
Puedes contárselo a tu peque y si te apetece, colgarle un pequeño cartelito reivindicativo al cuello tipo «Salvemos a las abejas». Harás del disfraz una buena causa, y todavía hay mucho por lo que luchar, ¿no crees?
Aunque en Kotori Kids se puede comprar el disfraz por una módica cantidad, te sugiero que lo hagas tú misma si eres mínimamente mañosa. Se trata de comprar un retal de tela amarilla y cortar de una sola pieza una especie de saco rectangular; cose franjas de tela negra de la misma medida, y luego dobla por la mitad para hacer una costura de arriba abajo, respetando una abertura para los brazos. Haz sendos dobladillos en el cuello y la parte de abajo que sean lo suficientemente anchos para pasar una cinta o cordón suave (el truco está en pasarlo con un imperdible que haga de guía) para ajustar el traje una vez que lo tenga puesto el peque.
Las alitas puedes hacerlas con tul blanco o con tela de mosquitera blanca o negra (la encuentras en ferreterías, centros de bricolaje…).
¡Feliz Carnaval, y feliz causa si te animas con la idea del cartel!
Vía: Blog BabyGadget, que lo encontró en Kotori Kids.
