Me encanta la temática de la granja para los cumpleaños de los más pequeños de la casa, ¿a vosotros no? Por eso, cuando mi hijo pequeño me pidió una fiesta granjera para celebrar sus cuatro años no pude quedarme más feliz, así que nos pusimos inmediatamente a trabajar en ella.
Dada la edad del cumpleañero y la temática, me apeteció utilizar tonos básicos y muy vivos como el rojo, el azul, el verde y el amarillo. Todos ellos combinados con el tono tierra de la tela de saco y de la madera que utilicé para decorar.
Los estampados en cuadros vichy se convirtieron en los protagonistas de la merienda, para lo cual los incluí tanto en la papelería, como en las telas decorativas. Me imaginé la mesa dulce como una gran granja en la que dividimos varias zonas para hacerla más divertida para los niños: la zona del granero, el huerto de frutales y verduras, el gallinero, la zona de las vacas… ¡un pequeño mundo en una sola mesa!
El huerto de frutales lo decoramos con unos arbolitos de cartulina y con algunas cestitas de mimbre repletas de chicles con forma de fruta. No faltó tampoco una mini-carretilla con la cosecha de gominolas de frutas…
Uno de los detalles que más gustaron fue el pequeño huerto de hortalizas, capitaneado por nuestro espantapájaros. Mucho handmade para conseguir un cumple más personal.
En el centro de la mesa, la gran tarta de pollito, acompañada de chocolatinas para granjeros y muchas chuches inspiradas en frutas y una larga fila de mariquitas de chocolate.
También preparamos una zona dedicada al gallinero, representada por nuestra gallinita incubando sus huevos en el nido y acompañada por maíz para las gallinas y muchas, muchísimas chuches: huevitos de chocolate, gominolas de huevo roto y chicles de huevo.
Para representar el establo de las vacas, preparamos unos deliciosos cake pops de vaquitas, una zona de “producción” de leche y quesitos y hasta decoramos las botellas de refresco, con dos capuchones especiales…