Admite que uno de los mejores momentos en las fiestas de cumpleaños era cuando repartían esas bolsas repletas de chucherías en las que te encontrabas gusanitos, chupachups, palotes y demás compañía pro-caries. Normalmente eran bolsas que podías comprar en cualquier estanco y pocas madres se molestaban en personalizarlas. Ahora que eres tú la que se encarga de preparar el cumple del peque, ¿por qué no te animas con nuestra manualidad de hoy y haces esta cajita de tarta de cumpleaños cuyo interior puedes rellenar con la sorpresa infantil que más te guste?
¡Manos a la obra!
Cómo hacer una cajita en forma de tarta de cumpleaños
Antes de enunciar el material, es bueno que busques una plantilla para hacer un triángulo hueco en 3D con papel o cartulina. Lo cierto es que una búsqueda rápida en Google nos arroja buenos resultados y patrones de cajas de cartón hay muchos. Solo necesitas uno de forma triangular o piramidal que se abra por la base.
- Cartulina en varios colores (rosa pálido, blanco y multicolor para las virutas decorativas)
- Tijeras
- Pegamento
- Pegamento extrafuerte / líquido
- Una pajita
- Un pañuelo amarillo
El primer paso es recortar nuestro triángulo de acuerdo al patrón, así tendremos las pestañas pertinentes que juegan un papel decisivo. Con el pegamento, las pegamos todas salvo la de la base. Cuando se seque, introducimos la sorpresa que queremos conceder a los peques invitados al cumpleaños y cerramos, ahora sí, con el pegamento. Mi consejo es que no pese mucho para que la cajita no se rompa o deforme por el exceso. Sería una lástima que los regalitos se descubrieran antes de tiempo, ¿verdad?
El paso para hacer la vela artificial es muy sencillo. Se trata de recortar un trozo del pañuelo amarillo y meterlo dentro de la pajita. Para que no se suelte, podemos asegurarlo con pegamento líquido.
Lo que queda, sin lugar a dudas, es una nimiedad. Se trata de poner la vela en la tarta. Volvemos a utilizar el pegamento líquido. Lo último que nos queda son los detalles finales, esos que la hacen tan apetecible y tan mona. Tan solo tenemos que recortar las cartulinas de colores como si fueran virutas, ponemos una capa de pegamento en barra y las dejamos caer heterogéneamente, para que tenga más realismo. También puedes pegar viruta a viruta para que el resultado final sea todavía más asombroso y la textura de la cartulina no se estropee. Recuerda pegar trocitos de colores también en la parte de atrás de la tarta.
Respecto a los lados del triángulo, hay que añadir dos tiras iguales de cartulina blanca para semejar el relleno esponjoso de la tarta.
Como veis, son todos estos detalles cuidados los que nos dan una manualidad bonita y delicada. Es verdad que hay que dedicarle algún tiempo y tener paciencia, ¿pero no merece la pena este resultado? Ya veréis las caras de los pequeñines cuando tengan su pedazo de tarta… ¡y más cuando se enteren de que hay algo oculto en su interior que es para ellos!
Fuente: StudioDIY
Vía: Kidsomania