Es fácil de hacer una máscara de Carnaval, y apenas se necesitan más aderezos para ir difrazado.
Una caja de cereales y un sobre, y -¡zas!- un disfraz casero con una máscara de papel digna del carnaval de Venecia… Me encantan los detalles imaginativos que se fabrican a partir de cosas destinadas al cubo de los desechos… ¡Por fin asumimos que reciclar también puede ser chic!
Si te decides a hacer manualidades, en el blog de Elizabeth Abernathy puedes encontrar la plantilla de la máscara para imprimir. A continuación, despliega la caja de cereales y traza la figura. Ten en cuenta a la hora de abrir el hueco para los ojos a qué distancia los tiene el futuro portador de la máscara (si es un niño, estarán más juntos…).
Pinta la pieza, tanto por delante como por detrás, con pinturas acrílicas. En este punto puedes empezar a contar con ayuda de los niños si no te importa que el resultado no sea tan perfecto. Si te va el estilo carnaval veneciano, te recomiendo colores empolvados, tipo el que ves en la foto, un azul inglés, etc. Si por el contrario quieres algo llamativo y vital, entonces opta por el rojo, el amarillo o el verde.
Las plumas se hacen con un papel resistente (en concreto, uno de Du Pont); en este caso se empleó un sobre. A mi me gustan las plumas blancas, en contraste con el color de la cara, pero aquí también puedes decidir qué combinación de colores te gusta más. Pues bien, las plumas se pegan a la careta, y luego ya sólo queda hacer con taladradora de papel dos agujeritos a la altura de las sienes y poner un hilo de goma a la medida.
Vía: kireei, el blog de las cosas bellas…