Tenía unas ganas infinitas de preparar una fiesta de cumpleaños inspirada en la película del Mago de Oz… esa película de toda la vida que parece que nunca pasa de moda y ahora la vemos con nuestros hijos en casa… como si no hubiese pasado el tiempo…
Mi hija pequeña es una completa enamorada de los cuentos de fantasía y entre sus grandes locuras destaca la que tiene por Dorothy y el Mago de Oz. Ella ha sido, obviamente, fuente inagotable de inspiración para preparar esta fiesta que va completa y absolutamente dedicada a ella, y a todos vosotros, claro está 🙂
A simple vista puede parecer una mesa sencilla, pero si os fijáis bien, está llena de pequeños detalles que hemos planteado como si del hilo conductor del argumento se tratase. Os invito a daros un paseo por el mágico y apasionante mundo de El Mago de Oz.
Cómo decorar una Fiesta «El Mago de Oz»
Como base, un mantel de cuadros vichy inspirado en el vestido de nuestra protagonista y, sobre él, un arcoíris central que divide nuestra mesa en dos y le da más simetría.
De izquierda a derecha, pasaremos de conocer a Dorothy en su Kansas natal, donde un día es sorprendida por un terrible tornado que la lleva hasta el mágico mundo de Oz, en donde deberá seguir el camino de baldosas amarillas, conociendo a grandes amigos y sorteando varias dificultades de las brujas…
Conoce en primer lugar a su amigo el espantapájaros, que desea fervientemente un cerebro para poder pensar como los demás… desde su campo de maíz saluda a nuestra Dorothy y se une al gran viaje…
Llegamos al ecuador de nuestra mesa y cruzamos el arcoíris, acompañados de nuestra dulce y especial tarta y de muchas, pero que muchas, chuches multicolores… Y es que el color es muy importante en una fiesta de El Mago de Oz.
Por fin conocemos al Hombre de Hojalata, que reclama un corazón con el cual poder sentir, llorar, reír, soñar… y qué mejor forma de conseguirlo que con sus dos nuevos amigos y con la ayuda del Mago de Oz…
Ya creíamos haberlo visto todo, cuando nos encontramos con el león cobarde, que busca ese valor perdido hace años…. ¿lo recuperamos juntos?
La bruja sigue al acecho y trata de evitar que lleguemos al castillo de nuestro Mago, para lo cual nos hace cruzar el campo de amapolas, con un efecto inesperado en nuestros protagonistas…
Y llegamos por fin a la Ciudad Esmeralda, donde los caballos cambian de color y todo lo que vemos es de color verde… subimos a ver al Gran Mago de Oz y le pedimos nuestros deseos… ¿nos los cumplirá? Creo que sí 🙂
Un viaje a Oz inolvidable, acompañados de buenos amigos, y de buena música… y, ¿tú? ¿te animas a venir?
Un beso y hasta otro día
+info: Celebra con Ana
