Y si puedieras capturar la Navidad con sólo un detalle? De pequeña, solía quedarme asborta mirando escaparates que lucían fantásticos mundos diminutos congelados en el tiempo dentro de pequeños globos de nieve. Hoy te proponemos hacer en familia uno de estos globos de nieve caseros con un tarro de cristal, un abeto de plástico en minuatura, nieve falsa, pincel, pintura dorada y una pistola de pegamento. ¿Os animais a pasar un buen rato?
«Globo» de cristal con abeto: paso a paso
1. Pimero, elige un tarro a la medida del objeto que hayas decidio que irá dentro del tarro. Los hay muy bonitas en algunas tiendas, pero supongo que reciclar alguno de casa puede tener la misma gracia.
2. Opcinalmente, dale un par de manos de pintura dorada o pleteada a la tapa -por fuera, claro-. El efecto quedará más navideño y festivo.
3. Pega el abeto a la tapa del tarro, por dentro, y deja secar.
4. Pégale nieve falsa alrededor de la base del pino, siendo generosos con la cantidad de nieve. Así, evitaremos que se vea el interior de la tapa del tarro.
5. Para que parezca como recién caída, puedes pegarle también un poco de brillantina a la capa de nieve.
6. Introduce una cantidad prudente de nieve en el interior.
7. Enrosca bien fuerte la tapa del tarro, o si prefieres asegurarte de que no acabará abriéndose y desperdigando el contenido por tu mejor sofá, pégala con unas gotas de pegamento caliente.
Terminado! Y así de fácil. Ahora, cada vez que queráis ver la nieve caer pacíficamente, sólo tendreis que agitar vuestro tarro de cristal y voilà. Cualquier adorno o figurilla vintage, de Navidad y fuera de uso que tengáis por casa también os puede valer para meter en el interior. No tengo ni que decir que un conjunto de dos o tres de estos globos de nieve caseros son una auténtica monada que da ambiente a cualquier rincón.
+ Info Michaela Noelle
